«Hazaran» es el sexto cuento del volumen Mondo et autres histoires, publicado en 1978, aunque su génesis se remonta a un período más extenso, según el propio Le Clézio. Esta génesis coincide con el origen de L’Inconnu sur la terre, publicado el mismo año, y cuya contraportada subraya la proximidad con Mondo. Asimismo, estos dos textos hermanados, se insertan en un ciclo más amplio, consagrado al universo indio, y marcado, antes que Mondo, por Haï (1971), Les Prophéties du Chilam Balam [Las Profecías de Chilam Balam] (1976), y seguido de Trois villes saintes [Tres ciudades santas] (1980), Relation de Michoacán [Relación de Michoacán] (1984) y Le Rêve mexicain [El sueño mexicano] (1988). El universo indio está presente de forma explícita en el volumen, en el cuento «Peuple du ciel» [Pueblo del cielo]; aunque Le Clézio ha insistido bastante en señalar esta afinidad en su entrevista con Pierre Boncenne en Nuevo México en 1978, después de la publicación de Mondo, lo consideraré a partir de ahora como un paratexto. Le Clézio evoca la cultura india, su «harmonie complète» [armonía completa] con la naturaleza y su «langue magique» [lengua mágica], hasta el punto de volver al hombre «transparent» [transparente], aunque insiste también en lo que le separa de él, hasta incluso lamentar haber estado allí: «Je ne sais vraiment pas à quel point cet univers est fragile, à quel point il peut être détruit facilement. Et il sera détruit…» [Verdaderamente no sé hasta qué punto este universo es frágil, hasta qué punto puede ser destruido fácilmente. Y será destruído…] («J.M.G. Le Clézio s’explique», p. 49). Todo ocurre como si el mundo indio, con la figura del chamán y su «art de guérison» [arte de la curación] (Thibault, 2009), opuesto a la civilización urbana, se hubiese convertido en un modelo perdido, fantasmagórico.
«Hazaran» no pertenece de manera expresa al universo indio, pero se basa igualmente en la oposición que fundamenta la obra de Le Clézio entre el mundo occidental y un mundo «autre» [diferente], orientado hacia la naturaleza y la fábula. La historia se desarrolla en «La Digue des Français» [el Dique de los Franceses], en la que es probablemente una ciudad mediterránea (Niza), donde se refugia una población migratoria diversa (M, 191). Esta marginalidad será portadora, para Le Clézio, de un antidiscurso en la voz de diversos personajes.
El personaje más importante, desde esta perspectiva, es Martin, que vive al margen de la Digue, «au bout du marais, là où commencent les galets de la plage» [al final de la marisma, allí donde comienzan las rocas de la playa]; vive en una «hutte circulaire» [chabola circular], cuyo único orificio es una puerta inferior (M, 193) que se abre de manera significativa a un espacio natural, compuesto de tierra, de juncos y de cielo azul (M, 213). Además Martin, impulsado por un deseo de trascendencia, practica ritos religiosos, como el ayuno, y aporta un «enseignement» [enseñanza] (M, 202). Cuando las autoridades expulsan a la comunidad de la Digue, Martin los guía hacia la otra orilla, que se presenta como una reescritura del cruce del mar Rojo, aunque sin tierra prometida: en la otra orilla «pas une lumière ne brillait» [no brillaba ninguna luz] (M, 217).
Estos elementos tratan de presentar a Martin como una figura de autoridad, sabio o maestro oriental cuya mirada está llena «d’une force étrange, comme s’il donnait vraiment de la lumière» [de una fuerza extraña, como si verdaderamente irradiase luz] (M, 216). A la vez está marcado por una cierta fragilidad, por un temor: es a la vez viejo y joven (M, 192), en la presentación de la contraportada de la edición original, se confunde con los «enfants-fées» [niños-duendes] del volumen; además, en la edición «Folio» se ha elidido su nombre, y el personaje se oculta tras Alia, la joven que lo escucha fascinada (François Marotin), es lo que sugiere desde el principio el título del cuento.
Ejerce, además, una doble actividad reparadora. Por un lado, arregla «de petites choses» [objetos pequeños] (un reloj, una lámpara de gas…) en la barriada de la Digue, y sus manos se describen minuciosamente: «Il avait de grandes mains noircies par le soleil, avec des ongles cassés comme les terrassiers et les maçons, mais plus légères et habiles qui savaient faire des nœuds avec des fils minuscules et tourner des écrous qu’on voyait à peine.» [Tenía unas manos grandes ennegrecidas por el sol, con las uñas rotas como los cavadores y los albañiles, aunque más ligeras y hábiles, que sabían hacer nudos con hilos minúsculos y girar tornillos que apenas se veían] (M, 196).
Martin no se dedica a la construcción, sino, metafóricamente, a los tejidos, con lo que esto implica de fragilidad. Por otro lado, Martin es un cuentacuentos y multiplica los (fragmentos de) relatos dirigidos a los niños, en particular a Alia, a la que él llama «luna» (p.195). La historia de Hazaran, que da título al cuento, relata el viaje de la pequeña Trèfle a un país cuyo rey es un ruiseñor tras haber sido iniciada por el escarabajo Kepr, inspirado en el Libro de los Muertos de la mitología egipcia (François Marotin), y el gran saltamontes verde. Esta fábula permite a Alia, que como la pequeña Trèfle es huérfana, evadirse en el imaginario y encontrar un anclaje, una comunidad, paliando así su marginalidad social.
En «Hazaran» se percibe en filigrana la figura del chamán, pero traducida en modo rapsodia, así el cuento puede leerse como un entramado de pequeñas fábulas. Martin parece muy próximo al ethos de Le Clézio cuando confesaba a Pierre Boncenne su fascinación por el culto de Orfeo, declarándose ciertamente un «simple producteur-artisan» [simple productor-artesano]: efectúa, nos dice, un trabajo análogo al que produce cajas de tomates («J.M.G. Le Clézio s’explique», p. 49). O incluso declara a Josyane Savigneau: «Un écrivain est quelqu’un qui a des manies de petit artisan, de fabricant de bijoux». Se refuser à tout ce qui sclérose»). [Un escritor es alguien que tiene manías de pequeño artesano, de fabricante de joyas. Negarse a todo lo que anquilosa].
Bruno Tritsmans
Traducción Maria Luisa Bernabé Gil
(2022)
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
GLAZIOU, Joël, « Dans la marge… des forces en marche. Portraits de quelques marginaux dans l’œuvre de Le Clézio », Recherches sur l’imaginaire, 29, (2003), p. 221-228 ; LE CLÉZIO, J.M.G, Mondo et autres histoires, Paris, Gallimard, 1978 (réédition dans la collection « Folio », 1982) ; « J.M.G. Le Clézio s’explique ». Entretien avec Pierre BONCENNE, Lire, 32, (avril 1978), p. 20-49 ; « Se refuser à tout ce qui sclérose », Entretien avec Josyane SAVIGNEAU, Le Monde du 15 février 1985 ; Ailleurs. Entretiens avec Jean-Louis ÉZINE, Arléa, 1995 ; MAROTIN, François, Mondo et autres histoires de J.M.G.Le Clézio, Paris, Gallimard, 1995 ; THIBAULT, Bruno, J.M.G., Le Clézio et la métaphore exotique, Amsterdam-New York, Rodopi, 2009 ; TRITSMANS, Bruno, « Savoir du monde et artisanat », Europe, 957-958, (janvier-février 2009), p. 129-138.